La importancia de verificar

Hace pocos días conocimos que el difundido caso Nadia era falso. La noticia salía de El Mundo pero no fueron pocos los medios que después la sacaron también, en la televisión principalmente. También hubo muchos periodistas, famosos y no tan famosos, que lo tuitearon. Incluso yo estuve a punto de dar a compartir la noticia cuando la leí.


El periodista desde su ética periodística asumió su error y publicó un artículo pidiendo disculpas personalmente. Algunos periodistas han defendido "la honesitad“ de Pedro Simón,  mientras que otros, defienden que "verificar es una obligación":


Precisamente hoy El Mundo saca también una editorial titulada "Un grave error periodístico que no se debería repetir", pidiendo disculpas en nombre del periódico y dando explicaciones a sus lectores por este error.

Este no es ni el primer, ni por desgracia, el último caso de noticias falsas. Pero los periodistas y los que aspiramos a ello deberíamos reflexionar sobre un hecho tan reciente como este. No dejarnos llevar y actuar como difusores de la verdad. Es complicado, hay intereses y recuperar la confianza de los lectores también es difícil (y no es de extrañar), pero habrá que intentarlo.

La inocencia del lector

Alejándonos un poco del ‘Caso Nadia’ que poca culpa se le puede echar a los inocentes lectores de esto, voy a centrarme en los errores que muchos de nosotros cometemos en las redes sociales. Aunque se supone que en España los ciudadanos confiamos poco en los medios de comunicación, muchas veces en Facebook o en Twitter vemos noticias en medios notablemente irónicos, como por ejemplo El Mundo Today, que son difundidos como si fueran verdad. A veces debemos distinguir entre lo que es verdad y lo que no.

También es bastante común el ‘Efecto Lázaro’. ¿Tanto cuesta mirar la fecha en qué se publicó la noticia? Muchas veces ni nos fijamos en la fecha de la noticia y eso, creo yo, ya no es culpa del medio. Resucitamos noticias que estaban muertas, que ya no tienen sentido ahora. Quizá muchas veces sea porque leemos el titular y ni nos molestamos en bajar un poco más a leer el contenido. Lo que nos interesa es compartirlo.

Fuente: genbeta.com
Es obvio que los primeros en cambiar deben ser los medios de comunicación, deben ofrecernos hechos verídicos y así ganarse la confianza de los ciudadanos, aunque a veces la verdad parezca subjetiva especialmente en temas políticos. Sin embargo, los ciudadanos debemos hacer también un esfuerzo por no dejarnos engañar y por contrastar lo que leemos. Y por supuesto, tener cuidado con lo que se lee en las redes sociales porque pueden ser nuestras mejores amigas pero también las peores. Ya lo decía Umberto Eco: "El fenómeno de Twitter es por una parte positivo, pensemos en China o en Erdogan. Pero por otra parte da derecho de palabra a legiones de imbéciles”.

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